CNC: Era
en una tarde de plenilunio,
en la selva de Curuzú Cuatiá,
yo paseaba triste con mi jangada,
iba por la tierra arrastrándola;
y ya muy adentro en la selva espesa,
la bella indiecita yo descubrí,
me acerqué prendado de su belleza
y muy dulcemente le dije así:
¡Indieciiiita!
Cálida
y fragante como una flor
CORO: como una flor
CNC: ¡Indiecita!
Bella y candorosa como una estrella dame tu amor
CORO: y a nosotros también
CNC: ¡Indiecita!
Fresca pura y joven, graciosa paloma, tierna y atractiva,
cual flor de ceibo del Paraná
CORO: y del Uruguay
CNC: doncella
desnuda que habitas la selva,
tu cuerpo felino de peine y pantera
golpea en la savia de mi corazón,
cuando siento tu canto de virgen morena,
graciosa y deseable por que eres...
¡Indieciiiita!
EA: pío,
pío!
CNC: Me
acerqué temblando por su hermosura,
se acercó y de pronto me sonrió,
me acerqué mirándola con ternura
CORO: huy, huy, huy!
CNC: y
en aquel instante todo ocurrió...
Ocurrió que:
Ahetú taiavé ichupé
opag peteí mbuá
oí vaecuéi shiquere
nimbó imenacatú raé ....
Me fui caminado con mi jangada,
me fui sin siquiera mirar p'atrás.
CLP: ¿Cómo
te fuiste?
CNC: En
la jangada
CLP: No,
no, la indiecita, ¿qué pasó?
CNC: Ah,
la indiecita... usted quiere detalles?
CLP: Sí
CNC: Eh,
bueno ella estaba allí ¿no?, en la selva, estaba desnuda,
sensual, y se me despertó el indio
CLP: ¡Ja
Ja Ja!
CNC: No,
no, no. Mire, me temo que no me haya entendido, se despertó el
indio que estaba con ella
CORO: Taragüí, Flor de lis, Pájaro azul.