Construida por Iraldi y Núñez Cortés.
La bicicleta lleva adosada en la parte trasera un instrumento de cuerda de nombre "bouzouki", especie de mandolina de origen griego. La rueda trasera lleva 6 plectros que al girar tañen las cuerdas de la mandolina, logrando un sonido "tremolando".
En el manubrio de la bicicleta va montado un pequeño teclado de 1 y 1/2 octavas.
Las teclas accionan, mediante un mecanismo idéntico al freno de las bicicletas, los pequeños "dedos" mecánicos que aprietan las cuerdas de la mandolina.

*Intérprete: Carlos Núñez Cortés.

*Se estrenó en la obra: El Zar y un puñado… de Humor Dulce Hogar (1985).

También puede oírse en la obra: La princesa caprichosa

"...el doctor Iraldi me visitó para que le diera alguna ayuda en construir su nueva locura La Mandolina en bicicleta o MANDOCLETA. Serviría para una ópera rusa que Les Luthiers estaban componiendo. Así como en la ópera italiana el recitativo se acompaña con clavicémbalo, en la rusa el instrumento adecuado es la balalaika o mandolina. Pero el Correo del Zar debía llegar al escenario en un vehículo tocando y cantando simultáneamente. Así es como Iraldi inventó la mecanización de la mandolina trasteada y con teclado. El antecedente de este invento se remonta al siglo XVII, época en la cual fue ideada la mecanización del Timpanone o Pantaleón, instrumento que tomó el nombre de su inventor Pantaleón Hebenstreit (1667-1750).
En su construcción Iraldi quiso y se exigió que todas las piezas y mecanismos fueran de uso ciclístico. Diseñó un sistema de transmisión del movimiento de las teclas hacia los dedos mecánicos que pisan la cuerda en el traste correspondiente a la tecla oprimida, con el mismo sistema de tripa de acero y caño flexible de los frenos. Colocó un plectro cada tres rayos de la rueda trasera de manera que al girar ella los plectros tañeran sin cesar y con un repiqueteo rápido típico de la mandolina. Yo me limité a fabricar el teclado y alguna pequeña pieza..." Carlos Merlassino (Organero)

"Carlos Iraldi, Luthier de Sonidos" / Comp: Lucía Maranca