MM: Les Luthiers
interpretarán a continuación el ballet en cinco escenas,
Opus 37, de Johann Sebastian Mastropiero,
"El Lago Encantado". Mastropiero dedicó éste,
su único ballet, a su amada Teodora Fluckweidel. Teodora estimuló y apoyó a Mastropiero
durante los momentos más difíciles de la composición
de esta obra. La música...
(Aparece
Daniel, quien pide a Marcos que le deje leer el texto)
DR: La música
de "El Lago Encantado"
fue pensada especialmente. Pará el baile, Teodora!... Fue pensada
especialmente para el baile. Teodora, su compañera de épocas,
duras tenía las...Su compañera de épocas duras, tenía
las condiciones ideales de musa. Pasó parte de su juventud encanada...en
Canadá. Cuando él publicó, aplaudía... cuando
el público aplaudía a Teodora se le llenaban...se le llenaban
los ojos de lágrimas. Mastropiero llegó a las cumbres, más
altas bajas... cumbres más... altas bajas...a las cumbres más
altas, bajas ante su estatura musical. Esto es, todo...esto es.. esto
es... todo esto es... ¡esto es todo!
MM: La última
parte de este recital pues, está integrada por el ballet en cinco
escenas, de Johann Sebastian Mastropiero, "El Lago Encantado",
Opus 37.
Ante la imposibilidad de contar con un cuerpo de baile Les Luthiers ejecutarán
"El Lago Encantado" en su versión de ballet leído.
En primer término se podrá escuchar la obertura.
(Ataca
música)
Escena primera: Las Doncellas.
Se levanta el telón.
La escena, a orillas del Lago Encantado, es de noche. Rogoflecto el
esclavo negro del Gran Hechicero, recorre la escena dando vueltas y
girando sobre sí mismo. Aparece la primera bailarina, detrás
aparecen la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta ... son como cuarenta.
Son las doncellas embrujadas por el gran hechicero quien solo por las
noches las libera del hechizo. Durante el día las convierte en
marineros. Las doncellas bailan.
Las doncellas bailan vigiladas por Rogoflecto quien da vueltas a su
alrededor, hasta que oyen que alguien se aproxima y se internan entre
los juncos. Rogoflecto realiza una sucesión de "grand pirouettes",
vertiginosos giros sobre una pierna y también desaparece entre
los juncos.
Escena
segunda: Los Cazadores.
Se aproxima en excursión de caza el Príncipe Vassili,
así llamado por su carácter dubitativo. Entran a escena
Vassili, su amigo Ranaldo y un grupo de aldeanos. Rogoflecto comienza
a girar en lo alto de un peñasco espiando a los cazadores. El
príncipe Vassili duda un instante y ordena detener la marcha
para descansar. Inician el descanso y el príncipe, tras vacilar
un momento, comienza a desplazarse velozmente con sucesivos "grand
jetés", enormes saltos con las piernas extendidas. Su amigo
Ranaldo y los aldeanos le responden con elásticos saltos en "assemblé".
Todos realizan una serie de violentos "entechatsis" batiendo
las piernas en el aire vertiginosamente. Por fin el Príncipe
da por terminado el descanso. Ranaldo y los aldeanos, se niegan a reanudar
la marcha, totalmente agotados. Vassili, compungido por la desobediencia,
se tapa el rostro con las manos... (el rostro). Ranaldo y los aldeanos
aprovechan para dispersarse entre los juncos; el Príncipe cuenta
hasta treinta y sale a buscarlos. Cuando Vassili se va a internar él
también entre los juncos, su salida es interrumpida por la aparición
de una hermosa doncella. Rogoflecto corre a informar al gran hechicero,
girando sobre sí mismo y dando violentas vueltas en redondo.
Escena
tercera: Va cayendo gente al ballet.
La hermosa doncella Malixendra ha aparecido erguida y con las manos
unidas sobre su cabeza, o sea en quinta posición del ballet clásico.
Malixendra ruega a Vassili que libere a las doncellas. Malixendra se
aproxima a Vassili, quien la espera en segunda posición, es decir
con los brazos abiertos; es un romántico y ardiente "pas
de deux" en el que se expresan mutuamente su amor con gran variedad
de desplazamientos y en todas las posiciones. El "pas de deux"
es interrumpido por el Gran Hechicero, a quien acompaña su esclavo
Rogoflecto girando salvajemente a su alrededor; el brujo presa de la
ira, se incorpora a la danza en un tenso "pas de trois". Rogoflecto
se agrega girando velozmente y los cuatro bailan un dramático
"pas de quatre". Entran Ranaldo, los aldeanos y las doncellas,
y todos bailan un impresionante "paspartout". Faltan algunos
aldeanos y doncellas que se han demorado entre los juncos.
Escena
cuarta: El Combate.
El Gran Hechicero desafía a Vassili a una pelea a muerte; el
príncipe, enamorado profundamente de Malixendra, por una vez
no vacila y decididamente, rechaza el desafío. Sin embargo, su
amigo Ranaldo alienta a Vassili hasta que lo convence y el príncipe
se dirige hacia el enorme peñasco para batirse con el gran hechicero.
Sobre el peñasco ya se divisan las figuras del príncipe
y del Gran Hechicero en tremenda pelea. Ranaldo consuela a la desesperada
Malixendra. Ranaldo consuela a Malixendra cada vez más, la toma
por la cintura y la sienta sobre sus hombros, Malixendra se deja levantar.
Cuando comienza a amanecer sobre el peñasco persiste la lucha,
Rogoflecto continúa girando incansablemente, y Malixendra sigue
alzada.
Escena
quinta y final: El Amanecer.
A medida que el amanecer avanza, las doncellas, víctimas del
hechizo, se van convirtiendo en marineros. Aprovechando que el Gran
Hechicero sigue ocupado en su lucha con el Príncipe y que Rogoflecto
gira ya, un tanto extenuado, los marineros que van apareciendo comienzan
a bailar una desenfrenada bacanal con las doncellas que aún no
se han transformado. Con las primeras claridades del día van
surgiendo de entre los juncos algunos aldeanos que con gran estupor,
traen de la mano a sendos marineros.
De pronto, el Príncipe que ha arrastrado al Gran Hechicero hasta
el borde del peñasco, tras vacilar brevemente lo arroja al vacío.
Con destrucción del brujo desaparece el hechizo y todos los marineros
recuperan su forma de doncellas, menos tres, que resultan ser marineros
de verdad. Doncellas y aldeanos bailan festejando su alegría;
los tres marineros se retiran discretamente. El príncipe Vassili
baja del peñasco y se arroja en brazos de Malixendra, pero allí,
en brazos de Malixendra, lo encuentra a Ranaldo. Vassili duda del amor
de Malixendra, duda de la amistad de Ranaldo... y ya no le cabe la menor
duda. Todos se alejan del atormentado Vassili. Rogoflecto, intenta un
último y violento giro en el aire, pero ya totalmente desorientado,
se estrella contra el peñasco. Mientras cae el telón,
el sol, que ya se alza sobre el horizonte, ilumina la silueta de Vassili
agobiado por la duda y el cuerpo de Rogoflecto girando hacia el lago.
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