MM: En
lo más profundo de mi pecho
un solemne sentimiento vive ya.
Sentimiento de lealtad, y de respeto,
que en este grito de mi boca brotará:
¡Te amo, María Cristina!
CORO: Siempre guardo el recuerdo de aquel día,
aunque nunca comprendí lo que ocurrió,
mi amor le declaré a María
y ella entonces se ofendió.
Caminábamos por un bosquecillo,
alegres cantaban los pajarillos...
¡Pío, pío!
CN: Saltamontes,
abejas y cigarras,
gusanillos, luciérnagas y grillos,
abejorros, libélulas, mariposas...
CORO: ...revoloteaban en torno a nuestro afecto
y le dije con voz temblorosa:
"¡Este sitio está lleno de insectos!"
Dulcemente
le pedí que se acercara,
su mirada desvió tímidamente,
y para lograr que me mirara,
yo le dije:
MM: ¡Vista
al frente!
CORO: Era hermoso caminar enamorados...
¡Un, dos, un, dos! ¡Quier, deré, quier, deré!
¡Quier, quier, te quier, te quier!
¡Te quier much!
Con
intensa pasión le dije entonces:
MM: "¡Abrázame!
¡Con la tarea indicada... comenzar!"
CORO: Y María obedeció tiernamente...
MM: "¡Besarme!,
¡hacerlo!, ¡ya!"
CORO: Nunca pude comprender lo que ocurrió
y por eso mi relato aquí se cierra,
nunca supe por qué causa se ofendió
cuando le dije, cuando le dije:
"¡Cuerpo a tierra!"