Les Luthiers sube a escena

"Las obras de ayer" es la nueva antología que el grupo estrena hoy en Rosario y se verá en Buenos Aires desde el 7 de junio

Estará en el teatro Coliseo hasta comienzos de septiembre La propuesta repasa los 35 años de trayectoria de los músicos-humoristas, que cada temporada ven renovado su público

Sobre el escenario del teatro Coliseo, que luce a pleno la iluminación de sus veladas más convocantes, Marcos Mundstock recurre una vez más al formidable arsenal de inflexiones e impostaciones de su voz para revivir las andanzas del inefable (y peligroso) predicador Warren Sánchez.
Mientras Jorge Maronna, Carlos López Puccio, Daniel Rabinovich y Carlos Núñez Cortés enriquecen musicalmente la escena en la que Sánchez insiste desde su púlpito escénico en prometer lo imposible, Mundstock invita a sus fieles a adquirir las obras del pastor "en el puesto que está en la entrada del teatro".
No hay, como es de imaginar, puesto alguno en la antesala. Y tampoco fieles en la platea escuchando a Les Luthiers recitar los "salmos sectarios" de Warren Sánchez con la misma convicción y el mismo eficaz efecto humorístico que la obra tiene desde que se sumó al repertorio del grupo en 1987.
En la despoblada platea del Coliseo, apenas un puñado de privilegiados (asistentes, iluminadores, sonidistas y LA NACION) sigue atentamente uno de los últimos ensayos generales previos a la presentación de "Las obras de ayer", antología elegida para celebrar nada menos que 35 años de trayectoria junto a la música más depurada y el humor más inteligente.
Es raro ver a Les Luthiers "de paisano", luciendo jeans y camisas sport en lugar de sus inconfundibles trajes de etiqueta, cumpliendo al detalle ante la sala vacía todo el desarrollo del espectáculo (saludos incluidos) que ofrecerán a partir de hoy en Rosario y entre el 7 de junio y comienzos de septiembre en el Coliseo.
Seguramente por tratarse de uno de los últimos ensayos previos al debut, el espectáculo casi no tiene interrupciones y es apenas un par de detalles mínimos lo que se ajusta sobre la marcha. Las luces y el sonido se aproximan casi en su totalidad a lo que será entregado de aquí hacia adelante en cada función.
Y por más que el cronista reconozca que pudo festejar lo que vio como si estuviera en el teatro lleno, Mundstock reconoce, en una charla posterior entre bambalinas, que hay pocas cosas más difíciles que apreciar un show de Les Luthiers sin el público. "Realmente le falta el clima -admite- y quizás esta pasada medio rutinaria que hacemos puede abrir ciertas dudas."
Algunos de estos reparos toman cuerpo cuando López Puccio explica cómo se seleccionó el material (ver recuadro) de esta antología: "Nos llevó mucho tiempo hacerla, porque está hecha sobre dos supuestos que se cruzan todo el tiempo. Por un lado, la gente quiere volver a ver cosas nuestras consagradas, pero por otro esos trabajos paradójicamente pueden provocar poca gracia, porque incluyen chistes ya sabidos. Trataremos de satisfacer las dos cosas: calmar la expectativa del comienzo y, a la vez, sorprender a un público que siempre se renueva".
Quien siga con atención las casi dos horas y media de ensayo puede comprobar pequeños detalles de esa preocupación. Y cómo el trabajo riguroso y profesional de un quinteto con tantos años de labor compartida puede enriquecerse o alterarse tan mínima como creativamente con guiños, bromas y sonrisas parecidos, seguramente, a la primera vez en que alguna obra fue interpretada. Esto ocurre, por ejemplo, con la "Cantata del Adelantado Don Rodrigo", seguramente uno de los trabajos más celebrados del grupo, que se representa en escena por primera vez en los últimos 24 años.
"En este espectáculo -explica Mundstock- nos jugamos algunas cosas y hemos roto un par de tabúes internos. El primero es que no podíamos hacer una obra nuestra ya grabada. Todos la saben de memoria, qué sentido tenía hacerla. Pero como le gusta tanto al público y nos gusta hacerla, nos animamos..."
Núñez Cortés, ahora a cargo del papel de Don Rodrigo, agrega que más que recreación hay una redistribución de tareas: "Don Rodrigo era Ernesto (Acher) y todos los demás estábamos haciendo coros. Hay otro reparto de tareas y además ahora podemos utilizar instrumentos electrónicos que en 1978 ni se habían inventado para que la versión orquestal sea más llena. Con el "Pepper Clemens", de 1983, pasa lo mismo. No es que hayamos escrito una obra nueva, porque escénica y humorísticamente es la misma. Pero la música fue modificada y dura casi el doble".
El segundo tabú interno que Les Luthiers decidió abolir pasa por la vuelta de los motivos folklóricos. "Los habíamos suprimido porque a la hora de las giras no funcionaban, pero nuestro público de acá quiere disfrutarlas", dice Mundstock para justificar la incorporación del gato "El explicado" y un recitado gauchesco a esta antología.
Pero del ensayo se desprende un tercer elemento novedoso, que en los últimos espectáculos del grupo venía insinuándose y que curiosamente en un show de obras ya conocidas se pone mucho más de manifiesto: la referencia concreta a la actualidad.
Mirada a la actualidad
En el pasado, el grupo se había animado a "La Comisión (himnovaciones)", la historia de dos políticos que querían cambiar el himno nacional, y más recientemente, en "Todo por que rías" (1999), el sketch central de "Radio tertulia" incluía un escándalo político sobre drogas y tráfico de armas. "Y cuando preparábamos este show -apunta Mundstock- es la primera vez que dijimos: no podemos no decir nada sobre lo que nos pasa o hacer de cuenta que en la Argentina no pasa nada."
La respuesta es una sutil revisión de la "Canción a la independencia de Feudalia" (estrenada en 1983), cuya letra, recuerda Mundstock, jugaba alrededor de la soberanía y la influencia foránea. "Ahora le agregamos unos gramos de actualidad mayor y hasta la estrofa del "Happy Birthday", que había perdido vigencia, volvió al ruedo inesperadamente con todo esto del FMI y la escena de la bandera en la Cámara de Diputados."
Con estos argumentos, Mundstock cree a pie juntillas que aun a los más conocedores de la historia del grupo, "Las obras de ayer" sonará "casi en un 90 por ciento como nuevo". Y Rabinovich refuerza esa idea al sostener que en cada espectáculo nuevo (cada dos o tres años), el grupo registra al menos un 30 por ciento de público nuevo. Público que, dicho sea de paso, no sólo crece en la Argentina sino también en el exterior. Y sobre todo en España, plaza que visitaron por primera vez en 1974 y ahora frecuentan todos los años, con casi 40 ciudades atentas a sus presentaciones.
Mientras Maronna admite que es muy difícil para la Argentina alcanzar la cima lograda por España en el contexto de la Comunidad Europea, Rabinovich anota que el grupo fue testigo involuntario de la evolución paralela de ambos países: "Ellos suben en todo sentido, y no hablo sólo de economía: también de veredas limpias, de trato a los jubilados, de hospitales públicos. Y nosotros estamos al revés. Pero yo creo cada vez más que la gente de aquí necesita a Les Luthiers: les garantizamos dos horas de paz, de alegría, de desenchufe. Creo que hay una enorme ansiedad por vernos".
A partir de hoy en Rosario y luego en el Coliseo, ese reencuentro quedará concretado. Luego llegarán las giras, con otro viaje a España y, en octubre, la posibilidad de probar suerte por primera vez en Miami. Y allí quizás hasta un émulo de Warren Sánchez disfrute desde la platea las brillantes y siempre lozanas ocurrencias de Les Luthiers.

Marcelo Stiletano

Cifras de un éxito 25 espectáculos realizó, entre estrenos y antologías, desde su debut en 1967 con "Les Luthiers cuentan la ópera".
5 integrantes tiene desde que en 1986 se alejó ErnestoAcher: Carlos Núñez Cortés, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos López Puccio y Daniel Rabinovich. Gerardo Masana (fundador) murió en 1973.
13 países lleva visitados: Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Israel, México, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

"Las obras de ayer"
Todo lo que se verá en el teatro.
Desde hoy hasta el 1° de junio Rosario no sólo será el escenario del reencuentro de Les Luthiers con el público argentino; la presentación en esa ciudad de la antología "Las obras de ayer" servirá también como test para definir el repertorio definitivo que tendrá el espectáculo a partir del 7 de junio en Buenos Aires.
La versión "completa" que verán a partir de esta noche los rosarinos incluye este programa:

"El sendero de Warren Sánchez" (1987)
"La balada del 7° regimiento" (1989)
"El explicado" (1975)
"Pepper Clemens sent the messenger nevertheless the reverend left the herd (ten step)" (1983)
"Quien conociera a María amaría a María" (1987)
"Escena de la película "El regreso" (1983)
"San Ictícola de los peces" (1994)
"Canción a la independencia de Feudalia" (1983)
"La hora de la nostalgia" (1989)
"Recitado gauchesco" (1973)
"Cantata del adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras" (1977)

De todas ellas, dos quedarán afuera en la temporada de tres meses que se iniciará en el Teatro Coliseo, de esta ciudad, el 7 de junio.


"Hacemos humor para la clase media que subsiste"
Página 12/ argentina

De regreso de otra gira triunfal por España, el quinteto musical más humorístico del mundo de habla castellana celebra sus 35 años en escena con un show cuya novedad es la vuelta a los clásicos. A partir de hoy, siempre en el Teatro Coliseo, propone un condensado de éxitos que perduran en la memoria colectiva de varias generaciones. Han pasado más de 35 años haciendo del humor paródico una de las bellas artes. Lograron manejar con elegancia, fineza y precisión aquellos lugares sobre los que ironizan. Una orquesta, un blues, un jazz, un coro, son virtuosamente ejecutados por Les Luthiers, el quinteto musical que se sube a su propio talento para reírse de él y de su entorno. Incluso, es sabido que hasta inventan instrumentos para simular lo bien que saben tocarlos. Cada vez, dirían ellos, están más cerca de la edad que tienen ahora. El tiempo no pasa en vano para el grupo que comenzó siendo una parodia de coros en un contexto que ayudaba: el auge de la música grupal que estaba a pleno allá por 1967 cuando se presentaron como "I Musicisti", la agrupación de donde saldrían los cinco actuales Les Luthiers. Vienen de una gira por España donde reunieron más de 20.000 espectadores en 12 funciones. Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Marcos Mundstock conversan con Página/1 2 antes del estreno -esta noche, en el Teatro Coliseo- de Las obras de ayer (el refrito) que reúne algo de lo mejor de la vasta trayectoria del grupo que no se cansa de reír.

-¿Cuándo eran chicos pensaban una antología de cuando fueran chicos?
Daniel Rabinovich: -Cuando era chiquito yo pensaba en la música, en el rugby y en el fútbol. Cuando fui adolescente pensaba en el rugby, en la música y las minas. Y cuando tenía veintipico de años pensaba: ojalá que este grupo haga algunas funciones y no se desarme.

Carlos Núñez Cortés: -.Yo de muy chiquitito tocaba el piano. Y un día le pregunté a mi vieja: Mamá, ¿cómo se hace para aparecer en los diarios? No sé por qué tenía ese interés...

D.R.: -Ahí había salido tu papá por el asesinato que había cometido.

C.N.C.: -Mi madre me dio una especie de mandato. Me dijo "el día que toques La Polonesa de Frederic Chopin vas a salir en los diarios". Yo aprendí a tocarla aunque no aparecí en los diarios por eso, sino justamente por la parodia que hacía de eso. Pero tuve que aprender a tocar muy bien para poder hacer Les Luthiers. -Reírse sabiendo de qué se ríen.

C.N.C.: -Cuando se parodia, lo primero es conocer al objeto parodiado. Si no conocieras sus matices, sería una parodia medio grosera o burda.

Jorge Maronna: -Cuando éramos chicos nadie soñaba con esto. Yo estaba estudiando medicina. Lo divertido era hacer una broma que por ahí nos daba unos pesos para el ómnibus y no mucho más.

-¿Había un contexto socio-cultural que hizo posible su humor?
Carlos López Puccio: -Desde el Instituto Di Tella en adelante comenzó a formarse algo.

Marcos Mundstock: -Hoy tenemos una buena clientela, pero no masiva. Empezamos trabajando para un público que se incrementó y eso no ha cambiado mucho. Hacemos obras para esa clase media que pelea por subsistir. Seguimos haciendo un espectáculo para esa gente que siguió yendo a los teatros después de la crisis. El 2002 fue terrible económicamente pero nuestros shows estuvieron llenos. Nuestro público es el que sigue yendo al médico y si tiene que comprar un remedio lo compra, independientemente de que cada vez sean menos.

C.L.P.: -También hicimos una cierta apertura. Antes éramos muy elitistas, trabajábamos en el Di Tella en una salita donde estaba la vanguardia. Había una gran franja de público que no se le ocurría ir al Di Tella. Hoy no somos masivos, pero somos populares.

-Y Di Tella (Torcuato) es secretario de Cultura.

M.M: -Ese es el hijo del viejo Di Tella.

D.R.: -Hubo otro que era canciller. Pero el Instituto fue un centro de cultura fuertísimo. Yo no sé qué hacía la familia Guggenheim, pero no sé si me interesa. No quisiera estar bajo sus pies cuando se trata de elegiral personal, pero cuando compran cuadros y los muestran me parece bárbaro.

-¿Por qué vuelven con un "refrito", como lo llaman ustedes?
M.M.: -Los refritos aparecen cada tanto. Se nos va acumulando material, gente que no lo vio, contra la falta de novedad para algunos que ya se saben todo de memoria.

C.L.P.: -.Curiosamente, esos fans que se saben todo de memoria son los que más ganas tienen de venir a ver lo viejo.

M.M.: -Y de paso no tenemos que escribir algo nuevo...

C.L.P.: -Aunque más que falta de ideas es un poco de fiaca. Porque cada vez que hacés algo nuevo tenés que estar a la altura de lo anterior. Y lo anterior es cada vez más alto.

C.N.C.: -El refrito es una especie de curva. Cada tanto nos cuesta hacer un nuevo espectáculo porque implica un esfuerzo terrible. Nos agota espiritualmente aprender canciones, crear instrumentos. Pero después resurgimos como el gato félix. En el '76 hicimos Viejos Fracasos, en el '92 Grandes Hitos y ahora esto aunque estamos comprometidos a realizar un nuevo espectáculo.

-¿Por qué eligieron esta selección?
D.R.: -Fue difícil la búsqueda. Una vez elegido fue divertido retomar el aire de aquellas épocas. Yo que estoy casado con una misma mujer desde siempre, pensaba en las mujeres de mis compañeros en los estrenos de esas obras. Ellos se han casado más veces que yo. Pensaba en nuestros pelos más oscuros y las caras más juveniles. Pero las obras son parecidas, es impresionante.

M.M.: -.Tuvimos que dejar mucho afuera. La novedad de la no-novedad es que nos permitimos hacer cosas grabadas en disco como Don Rodrigo y El Explicado. Teníamos un dogma: lo que estaba en disco no lo hacíamos porque era muy conocido. Pero funcionó. Hemos comprobado cómo cambió la gente, cuando lo hicimos en el '77... -En esa época, la gente se reía con los dientes apretados. Pero además, era el auge del folklore americano y estaban las cantatas de Ariel Ramírez, Félix Luna e hicimos una cantata folklórica diestramente realizada. Aquella vigencia se perdió, pero ahora es recuperada por la nostalgia. El sendero de Warren Sánchez (salmos sectarios) son máquinas de reír para el público. Donde lo hacemos, el teatro se viene abajo de placer.

C.L.P.: -En el refrito hay una obra que salió de la manga del inconsciente colectivo: Quien conociera a María amaría a María. Es una de las obras que nadie sabe cuál es. Curiosamente ésta es una obra olvidada, fantástica y que anda bárbaro.

M.M.: -La gente cercana capaz que es un primo que vio 10 veces cada cosa y dice "pero ésa no la habían hecho nunca". -¿La coincidencia de "revisión" con la crisis fue casual?

D.R.: -Cuando tomamos la decisión de hacerlo, el corralito era todavía un futuro. El estreno -el año pasado hicimos una primera parte- coincidió con el caos máximo, pero fue una casualidad. Ahora estamos todos muy inquietos pensando qué pasará con nuestro querido país. Porque seguimos viviendo acá.

-¿Cómo recibirá la gente estas obras?
D.R.: -El año pasado anduvo muy bien. Hay tres generaciones que se divierten igual: hasta la mamá de la abuela puede venir, que no es un ser humano completo, pero bueno. (Piensa.) Este es un chiste misógino de la televisión actual.

-¿Les dan risa sus shows?
M.M.: -Risa no sé, pero da placer que siga funcionando.

-¿Se puede terminar Les Luthiers?
C.N.C.: -A pesar del cansancio lógico, amamos mucho este trabajo.

J.M.: -Sí (le responde a Núñez Cortés), pero mirá Gardel.

-¿Cómo fueron las giras?
M.M.: -En las últimas giras éramos un poco representantes de la Argentina como un país en crisis. Venimos de España y hay una cuota de asombro de que algo todavía venga de aquí. Sobre todo después del año pasado. Afuera preguntan ¿siguen trabajando en Argentina?

C.L.P.: -La imagen de un país con tiroteos, saqueos, es la que ha quedado afuera.

-Y siguen trabajando.
M.M.: -Somos unos viejos malcriados. No es la primera vez que nos pasa que se hunde todo y nosotros seguimos haciendo nuestra vida normal. En 36 años hemos pasado de todo. Crecimos hasta convertirnos en un proyecto consolidado. Desde entonces siempre nos fue bien. Pero todos los mercados han ido cambiando con el tiempo.

C.L.P.: -Latinoamérica ha sido un hervidero de democracias y tiranías, aunque ahora parece que estamos mejor. Pero económicamente también hubo lugares donde no se pudo ir por mucho tiempo. A México, por ejemplo, entre el '83 y el '93 fue imposible acercarnos. No daban los números.

-En España tienen cada vez más público argentino...
C.L.P.: -Es terrible, pero algo de cierto debe haber.

M.M.: -Trabajamos para el público español desde hace mucho. Adaptamos las palabritas necesarias, pero no contamos con este exilio. Aunque cuando estuvimos en Miami el año pasado había muchos...

C.L.P.: -...nostálgicos (interrumpe).

M.M.: -No, había más colombianos que argentinos.

D.R.: -Sin embargo, la cantidad de argentinos que había entre el '76 y el '82, era impresionante. Había miles de compatriotas que fueron volviendo con la democracia.

J.M.: -Ahora hay dos hijos nuestros que viven en España. Uno de López Puccio y mi hijo Pablo. Y la hija de López Puccio vive en Estados Unidos.

C.N.C.: -Pero de 3500 personas en un estadio irán 100 argentinos.

D.R.: -En el último había un africano que andaba con una chica de Zaragoza. Era un enamorado de Les Luthiers. Es hermoso el tipo, muy agradable, es ingeniero agrónomo, le gustan los insectos.

C.N.C.: -¿El que llevaba el huesito acá? (le pregunta Núñez Cortés)

D.R.: -Ese, ese...

-¿Algo de Yogurtu, el sobrino de O blongo?
D.R.: -¿Te acordás de Yogurtu? Ese también era muy lindo tipo

-¿Les Luthiers se sienten parte de la cultura cotidiana de su público?
M.M.: -Si es así, no está nada mal. Lo malo es que estamos cada vez más viejos. El ¡flor de relosss!, de cada diez personas que ven televisión, cinco son la mitad, son algunas de las frases que han ido incorporándose al inconsciente colectivo de un cierto tipo de público.

C.L.P.: -Además ahora hay frases apócrifas que circulan por Internet. Han hecho listas de dichos que no son nuestros. Incluso hay algunas muy lindas, que está bárbaro registrarlas.

M.M.: -No. ¡Hay que salir a desmentirlas!

C.L.P.: -Yo diría: ésta la desmiento y ésta no. Depende.

D.R.: -.La vez pasada llegó un mail con 50 imperdibles de Les Luthiers, y la única que era nuestra era justamente de cada diez personas que ven televisión cinco son la mitad. ¿Quién lo hace? No sé. Supongo que es la misma satisfacción del que hace un virus en computadora. O del que se sube a la fama de Les Luthiers para que digan que son buenas sus frases porque son de Les Luthiers.

Este es el programa completo del show que Les Luthiers reestrenan hoy:
- "El sendero de Warren Sanchez (salmos sectarios)".
- "La balada del 7º Regimiento(canciones en el frente)".
- "El explicado(gato didáctico)".
- "Pepper clemens sent the messenger, nevertheless the reverend left the herd (ten step)".
- "Quien conociera a María amaría a María (canción con mimos)".
- "San Ictícola de los Peces(tarantela litúrgica)".
- "Canción a la independencia de Feudalia (marcha atrás)".
- "La hora de la nostalgia(diezminutos derecuerdos)".
- "Cantata del adelantado Don Rodrigo Díaz Decarreras, de sus hazañas en tierras de Indias, de los singulares acontecimientos en que se vio envuelto y de cómo se desenvolvió(cantata)".


El álbum de Les Luthiers
Cerca de cuatro mil fieles recorrieron 'Las Obras de Ayer' del veterano quinteto argentino en su regreso a Santander
El Di@rio montanes 4 abril 2006

H. I./SANTANDER

El Palacio de Deportes vivió la vuelta a Cantabria de los ingeniosos creadores argentinos, seductores de todo lo escénico. / BRUNO MORENO

Inteligencia, agudeza cómplice, humor serio, invención, fantasía y agitación mental son demasiadas cosas pero no para Les Luthiers cuyo espectáculo, a modo de antología, "Las obras de ayer", se representó anoche en su regreso a Santander. Cuatro mil fieles compartieron en el Palacio de Deportes de la capital cántabra el original álbum de Daniel Rabinovich y los suyos, con su singular propuesta verbal, musical y escénica. Una cita hecha de ingenio y seducción, con la que el veterano quinteto argentino vuelve a recorrer España en una gira por Soria, Pamplona, San Sebastián, Vitoria, Miranda, Estellay Bilbao, en la que Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Rabinovich deleitan con su humor inteligente, que no intelectual, el dominio de la escena, un notable nivel musical y la lucidez entre sus instrumentos informales.

Lo mejor de su trayectoria, conformando una nueva y divertida propuesta, que sirvió de espina dorsal de su trabajo en el escenario, en un espectáculo en el que el grupo volvió a demostrar su perfecta imbricación de música instrumental, vocal y texto. Les Luthiers, entre el equívoco y la parodia.... recurrieron al clásico 'Mastropiero', y a las piezas de "'Por Humor al Arte" o de "Grandes Hitos", entre otras.

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