MM: Entre los diversos recintos en que transcurre la vida de los hombres,
uno de los más frecuentados es el cuarto de baño. Sin embargo,
su figuración en la Historia ha sido injustamente postergada. Cosas
muy importantes han sucedido en los baños; ¡Cuántas
decisiones se han tomado! ¡Cuántos libros se han leído!
O en la vida cotidiana, cuántos matrimonios se reconcilian en el
baño, por ejemplo, mientras la esposa se lava los dientes y el
esposo se recorta el bigote... o viceversa. Es verdad que el humilde espejo
de un botiquín no tiene la hondura metafísica de los espejos
de Borges; es verdad que en nuestras domésticas bañeras
nadie descubrirá el principio de Arquímedes; es verdad que
nuestros baños no poseen el prestigio de las fuentes de Versalles
o Fontainebleau o Plaza Lavalle; y sin embargo, con solo apretar un botón,
¡qué despliegue de manantiales! Y cuando uno se retira con
la satisfacción del deber cumplido, no necesita arrojar una moneda,
como en la Fontana Di Trevi, para asegurarse el regreso. Uno sabe que
ha de volver al día siguiente, o en algunos casos a los dos días...
o tres, o más... Bueno, no sé, en algún momento convendría
probar con la moneda. Cuántos gobernantes han meditado sus actos
en un cuarto de baño, como si fuera su despacho, al extremo de
no distinguirse dónde resuelven más asuntos, y dónde
hacen más... más decisiones incorrectas. En todo esto pensaba
el gran compositor Johann Sebastian
Mastropiero cuando compuso "Loas al cuarto de baño",
su célebre cuarteto concertante para artefactos sanitarios, que
escucharemos a continuación. Compuesto para los siguientes instrumentos: calephone, lirodoro, desafinaducha,
y nomeolbídet.
En "Loas al cuarto de baño"
Mastropiero ha logrado, más que nunca, que de su música
emane la esencia de la materia que describe; en ella se respira la inconfundible
atmósfera de toda su producción.
CORO: Músicos, filósofos y artistas,
CNC: y escritores eminentes,
CORO: todos ellos van al baño
CNC: y algunos muy frecuentemente.
CORO: Cuántas veces las personas
en el baño han meditado,
JM: cuántos libros se han leído,
cuántas dudas evacuado.
CORO: Duchas, retretes y bañeras
grifos, lavatorios y bidets.
¡Loas al cuarto de baño!
CORO: No hay festejos ni banquetes,
CNC: en el íntimo santuario:
CORO: no se come ni se bebe,
sino todo lo contrario.
¡Loas, loas, loas al cuarto de baño!
|