MM: Los antiguos valses ya habían inspirado a Ravel sus deliciosos
“Valses nobles y sentimentales” y su hermoso poema sinfónico
“La Vals”, para “el” orquesta, cuando los alumnos
del último curso del Centro
de Altos Estudios Musicales Manuela encararon la composición
colectiva de "El Vals del Segundo".
"El Vals del Segundo" añade a su riqueza temática
y formal, que se manifiesta ya desde el primer compás, un indudable
valor musicológico. En el trabajo de investigación previa,
los compositores consultaron viejas partituras de la Belle Epoque y
descubrieron con sorpresa que la tonalidad era la misma en todas: blanco
amarillenta.
En "El Vals del Segundo"está presente el espíritu
de Johann Strauss, Lehar y Waldteufel; Offenbach, Beckenbauer y von
Suppé; Kollmann, Oscar Straus, Joseph Strauss, Karl Maria y von
Weber.
Para su ejecución se emplea habitualmente una orquesta limitada,
pudiendo modificarse sensiblemente con una orquesta buena.
"El Vals del Segundo" comienza
con un portato assai. El segundo tiempo es un deciso e a terra
col battere, en el cual se plantea el desarrollo ulterior de la
obra plácidamente, en forma muy tensa, con total serenidad, agitadamente,
en una paz plena, turbulenta, creando un clima calmo, caótico,
definiendo indubitablemente la intención de los autores, de alguna
manera.
Sigue el intermezzo, compuesto sobre un esquema en el cual las figuras
predominantes son negras, como en el jazz. El intermezzo desemboca
en el tiempo siguiente, que por otra parte era la única posibilidad.
Se trata del levare languente, que establece una atmósfera
de bacanal. Las cuerdas cantan, ebrias de gozo, mientras los oboes se
superponen a las flautas.
El desenlace es abrupto: un pizzicato tanto de ritmo alocado,
paradójicamente a cargo de las cuerdas.
La agrupación bien antigua de Les... la agrupación Viena
Antigua de Les Luthiers ejecuta "El Vals del Segundo".
(Vals
instrumental) |