CORO: Con nuestra fe y nuestro canto
y nuestro deseo de ayudar
los fieles pueden lograr
comunicarse con el Santo
MM: ¡Ayúdame!
CORO: ¡Ayúdalo, San Dádivo Magnánimo!
JM: ¡Pobre entre los santos!
CN: ¡Santo entre los santos!
LP: ¡Pobre entre los pobres!
MM:
¿Yo?... ¡Entre entre los entres!
San
Dádivo vengo a suplicarte
porque estoy en crisis
quiero que aumentes mi fe
quiero que aumentes mi fortaleza
y quiero que aumentes las ganancias de mi empresa
(gimiendo e implorando)
San Dádivo, por favor ayudame, ayudame
bueno, perdoname
que te tutee. Lo que te tengo que pedir en realidad es bastante sencillo.
Mirá, nosotros necesitaríamos que el martes que viene,
en el mercado de valores de Tokio... ¿me vas siguiendo, más
o menos?... que en el mercado de valores de Tokio hagas descender abruptamente
la cotización del Yen, y te explico por qué: porque resulta
que el martes, es el vencimiento de todos nuestros bonos de países
emergentes, entonces nosotros habíamos pensado...¡escuchá
porque es fantástico!...rescatamos todos los intereses y el capital
en dólares, pasamos todo a Yen, que vos habrás bajado
convenientemente, al día siguiente subís el Yen otra vez
a su nivel, y nosotros hacemos una diferencia de 50 millones. Para vos
es un milagrito relativamente fácil, y a nosotros, la verdad
es que nos das una mano importante. Lo único que sí necesitaríamos
saber, si estás de acuerdo con lo que te estoy pidiendo, es alguna
señal, algo de conformidad, como para saber a qué atenernos,
¿no?, porque esto es un asunto serio, no sé, no sé
como se manejan ustedes..., no sé, alguna señal luminosa,
auditiva, algún mensaje de texto, digo porque los mensajes de
texto llegan en un santi-amén... digo... alguna señal,
San Dádivo, algo como para saber... ¿San Dádivo?
No, nada, ¿eh?, le ruego, le ruego...¡cómo le gusta
hacerse rogar!
CORO: No debes ser impaciente
ya te atenderá a ti,
ahora está con la gente del F.M.I.
Su
deseo de ayudar es casi mítico
quiere ayudar con tanta ansiedad
que en una oportunidad
le devolvió la vista a un paralítico.
MM: ¡Respóndeme! ¡Respóndeme!
CORO: Es raro que no responda
debe haber algún problema
CN: tal vez vacile
LP: tal vez dude
JM: tal vez se ha caído el sistema
MM: Respóndeme
Yo soy un usuario nuevo
pero te juro que tengo fe
He encontrado tu luz
navegando por Internet
Respóndeme
(suena el teléfono celular)
MM: ¿El Santo? ¡No, no puede ser! ¿San Dádivo?
¿Qué pasa, García? Bueno no, hablamos después,
ahora no puedo hablar, García, estoy en una negociación
importante. No, no es un banco, no... ¿qué se yo?, es...
es una multinacional. Ahora no puedo, García, hablamos después.
(corta)
¡Por favor San Dádivo, dame una señal!
(suena otra vez el teléfono celular)
¡García!, no le dije que... ¡San Dádivo! ¡Sos
vos, San Dádivo!
CORO: Se siente a San Dádivo llegar
Se siente su presencia imponente
se siente que ya llega a este altar
¡se siente, se siente!, ¡el Santo está presente!
MM: ¡San
Dádivo! ¡Qué emoción! no encuentro palabras...
Y, ¿escuchaste lo que te pedí?
¿cómo?
¿va a haber algunos gastos? ¡ah!, está bien, donaciones
para el Patronato de San Dádivo, limosnas para la obra de caridad.
Sí, no te preocupes, si me hacés el milagro que te pido,
va a haber dinero para todo. ¿Cómo las donaciones por
adelantado? Sí, entiendo... primero la limosna, después
el milagro ¿Qué le pasa?, ¿desconfía de
mí?
CN: Y...cuando la limosna es grande, ¡hasta el santo desconfía!
MM: No, pero escuchame, no, no es mala voluntad, lo que pasa es yo no
dispongo de efectivo. ¿Cómo hago para justificar el gasto
ante el Directorio?, ¿qué pongo?, ¿erogación
en concepto de soborno litúrgico? ¡Ah!, ¿un adelanto
y el resto cuando me hacés el milagro? Ah... eso puede ser. ¿Pero
un adelanto de cuánto? ¿Para arreglar el órgano
de la iglesia?, esperá, porque justo vengo del banco y saqué
un dinero para pagar unos sueldos. Tengo cinco mil... ¿te parece
que alcanzará? ¿sí? ¡fantástico!,
listo, trato hecho, ¿y cómo hago?, ¿se lo dejo
a los muchachos del coro? Esteee... ¿me darán algún
comprobante? Ahá, todo negro... bueno, no, no, está bien,
está bien, estoy acostumbrado. Bueno, fantástico San Dádivo,
la verdad, estoy contentísimo de haber hecho este trato con vos.
Un día de estos tenemos que juntarnos para comer, ¿eh?.
Bueno Dádivo, un gustazo, chau, saludos a la patrona ... ¡a
la Santa Patrona! (corta)
(al coro) Muchachos, esto es para los arreglos del órgano,
yo ya hablé con el santo, ustedes me dijeron que ya saben. Bueno,
la verdad es que estuvieron geniales, les agradezco mucho, gracias por
todo, hasta luego.
CORO: Por fin habló con el santo
y todo este dinero le pudimos quitar
con nuestra fe y nuestro canto
(entra Daniel, riéndo y festejando, con un celular en la mano)
... y con nuestro teléfono celular.