MM: Ay,
ay, ay, Rusia Imperial ...
Ay, ay, ay, Rusia Imperial ...
CORO: ¡No!, ¡ya no hay!
No hay, no hay, no hay...
DR: ¡Ay, ay, ay!
CORO: ...no hay Rusia Imperial.
No... hay.
DR: Rusia...
CORO:
¡Shhhhh!
DR: ...Imperial
CORO:
¡Shh! ¡Basta!
DR: Está
bien.
MM: No
aceptaremos a los rojos ni su plan...
CORO: ...proletario.
MM: Son
insolentes, y lo peor es que son tan...
CORO: ...¡ordinarios!
DR: Ay,
qué cruel, malvado, espécimen...
CORO: ...soviético,
EA: ...que
ha cambiado nuestro régimen...
CORO: ...dietético.
MM: Con
esos métodos apátridas y anárquicos...
CORO: ...que ostentan,
MM: ...si
nos descubren los antimonárquicos...
CORO: ...nos revientan.
MM: Adiós
mi estepa...
EA: Adiós,
adiós.
MM: No,
no, la estepa.
Estepa... vino el comunismo.
DR: ¡Estepa
... ís ya no es lo mismo!
EA: Ay...
qué frío que hace.
DR: Cuando
yo era pequeño, en esta región el frío era mucho
peor.
EA: ¿Estará
cambiando el clima?
DR: No,
yo tenía los pantalones cortos.
MM: En
dos semanas que llevamos huyendo de los bolcheviques no ha dejado de
nevar, el viento helado sopla a cien millas por hora y la temperatura
es de cuarenta grados bajo cero.
JM: Sí,
sí. ¡Y no sabe lo que es esto en invierno!
DR: ¡Oooo!
¡Oro, Zaino, Alazán... Micifuz!
(bajan del trineo)
(A Acher) Cuidado el trineo, duque Topolev...,
(A Puccio) cuidado la nieve, marqués Pipiushin...
(A Maronna) cuidado la hernia, conde Menkov
MM: Este...
DR: ¡Huy!,
¡El Zar!...
(A Mundstock) Cuidado la alteza, su altura.
(aullido
en off)
EA: ¡Lobos!
DR: Estamos
llegando a Lobos. ¡Qué frío! Un frío terrible,
hace...
LP: ¡Y
con el hambre que tenemos!... Hace dos semanas que sólo comemos
pan duro y raíces.
JM: Con
eso engañamos al estómago.
EA: Mi
estómago ya está empezando a sospechar.
(Entra
Carlos Núñez montado en la mandocleta)
CN: Ay
qué frío... ay qué frío... ay qué
frío.
Permitidme una palabra, ¡Oh nobles señores!
EA: (Disimulemos,
nadie debe saber que somos nobles). Te equivocas, somos simples campesinos.
CN: Sin
embargo vuestros ropajes no parecen ser de simples campesinos.
EA: Es
que tenemos un casamiento
LP: Yo
soy la novia
DR: Yo
soy los padrinos... él es la torta.
DR: Bueno,
tienes razón pobre... pobre pobre. No somos campesinos.
CN: ¿Ah,
no?
DR: Somos bailarines del Teatro Bolshoi... estamos de gira.
CN: ¿De
gira por aquí?
DR: Sí
señor.
CN: ¡Pero
si aquí sólo hay lobos!
DR: Y
viera cómo les gusta el ballet.
CN: Perdón,
pero, ¿no han visto por casualidad al Zar Nicolás por
esta zona?
LP: No,
no. No vimos zares por acá, no.
CN: La
verdad es que yo soy su correo secreto y lo estoy buscando porque tengo
que entregarle el cofre con las joyas de la corona.
TODOS:
¡Yo soy el Zar! ¡No, no, no! ¡Yo soy el Zar!
CN: ¡Así
los quería agarrar! En realidad soy comisario del pueblo y traigo
orden de detener al Zar y entregarlo para que lo fusilen.
(Todos señalan a Mundstock)
CN: Disculpe,
su Alteza, era una estratagema para dar con usted.
En efecto, soy su correo secreto.
Soy
el correo secreto del Zar
voy desafiando la nieve y los rigores
llevo las noticias a duras penas
algunas noticias son malas
¡y otras son peores !
MM: Mijail,
¿qué noticias traes?
CN: Me
temo que no muy buenas, su majestad.
El ministro de guerra, mariscal Plotkhin, sigue escondido en el sauna
del casino de oficiales...
MM: ¿Y
qué manda a decir?
CN: ¡Que
adelgazó una barbaridad!
Los sirvientes abandonan masivamente los palacios y dejan unos carteles
que dicen...
MM: ¿Qué
dicen?
CN: ..."Atendido
por su propietario".
Su favorita de usted, la duquesa Irina, desde que usted partió
está desesperada y ansiosa.
MM: ¿Quién
te lo dijo?
CN: El
mariscal Plotkhin, dos capitanes y seis tenientes.
Este es el parte del frente sur.
MM: Y
tú le entregarás este mensaje al mariscal Plotkhin.
CN: Soy
el correo secreto del Zar
DR: Papenko,
papenko... niet corrovsky!
LP: ¿Qué?
DR: ¡Papito,
no corras!
MM: (lee el mensaje)
Szonia nieskaya schyudne... u... uuu... uaua... sch...chch... chsstch...
tch...(¿?)
¡Ah, no! (tenía el papel invetido)
"Situación de las tropas desastrosa en todos los frentes..."
¡Maldición! estos bolcheviques...
EA: Ah,
sí, estos bolcheviques, y esas ideas estrambóticas que
se traen.
DR: Dicen
que la tierra debe ser para el que la trabaja.
EA: Ah,
yo les daría toda la tierra que quieran, pero... ¿en qué
se la van a llevar?
DR: ¡Ah
no! Que las macetas se las traigan ellos.
CORO: Ya la ley lo dice,
muy en claro queda:
MM: la tierra debe ser...
CORO: ...para el que la hereda.
Los palacios que nos arrebatan
eran tan grandes, tan imponentes,
que no nos alcanzaban los sirvientes.
Y hoy si nos alcanzan, nos matan.
MM: ¿Hay
algo más triste,
más desdichado,
que ser perseguido?
CORO: ¡Sí!, ser alcanzado.
MM: Eh,
bien, aquí pasaremos la noche... Barón Nikita hágase
cargo de las guardias.
DR: Su
Alteza, no sé cómo decírselo... yo estoy solo y
hay varios turnos para cubrir.
JM: Concedido,
¡todos para usted!
DR: Pladorovnie,
samasvaniet, nia poñimae, ¡su abuela!
CN: Correos...
correos... correos, ¡Que no tengo frenos!
MM: Mijail,
¿Entregaste el mensaje?
CN: Sí,
se lo entregué al mariscal Plotkhin, el mariscal Plotkhin se
lo entregó a su favorita de usted, la duquesa Irina, y la duquesa
Irina se entregó a la guardia de palacio.
MM: ¡Desdichada!
CN: Se
veía contenta.
Y hay más: sus tropas han sido derrotadas, ¡ya todo ha
terminado!
MM: Snif,
snif... ¡sniff!
DR: Papenko,
niet calentovich!
LP: Entonces,
¿ya no seremos más nobles?
MM: No.
DR: ¿Ya
no seré más barón?
LP: ¡Sí!
MM: Eso
depende de ti, hijo mío. ¡Adiós, mis nobles!
JM: ¿Adónde
va?
MM: A
la estepa más próxima.
LP: ¿Y
los lobos?
MM: Ese
será mi fin. Yo saciaré el hambre de los lobos.
CN: ¿Lleva
galletitas?
JM: ¡No,
no, majestad!, ¡no vaya al "lobocausto"!
LP: ¡Le
van a hacer la "lobotomía"!
DR: Y
ahora, ¿qué haremos?, ¿morir heroicamente como
nuestro amado Zar o adherirnos a esa sucia revolución?
TODOS:
¡Adherirnos a esa sucia revolución!
CORO: Unámonos a la masa
y apoyemos la revolución.
Mejor ser proletarios en casa
que aristócratas en prisión.
MM: ¡Aaaahhh!...
¡Esto era lo único que me faltaba!
DR: ¿Qué
le pasó?
MM: ¡Los
lobos!
DR: ¿Lo
atacaron?
MM: No,
¡me orinaron!
CORO: Seremos comunistas desde esta fecha.
¡Vivan los izquierdistas de derecha!