CORO: Señor todopoderoso,
hay un creyente que tu ayuda reclama;
ayúdalo, Dios omnipotente,
pues su derrota es inminente.
DR: Ayúdame
Señor,
la ciudad está sitiada,
los infieles nos atacan,
y mi tropa está rodeada.
La ciudad ya está en llamas,
hay infieles por doquier,
hay infieles hasta en mi cama:
está mi mujer.
CORO: Pobre muchacho
MM: Pobre
muchacho
CORO: ¡Pobre muchacho!
DR: Tú,
que todo lo puedes,
te ruego que los hagas huir,
Tú que todo lo sabes...
MM: ...todo
es mucho decir.
DR: Evita
que triunfe el inicuo,
con sus malas artes,
Tú, que ves todas las cosas,
Tú, que eres poderoso,
Tú, que eres ubicuo,
es decir, que estás en todas partes.
¿Por qué toleras la maldad...
MM: ¡Qué
ingenuo!
DR: Tú,
que eres todo amor
MM: ¡Qué
simple!
DR: ¿Cómo
no te conmueves,
Tú, que eres todo piedad?
¿Por qué dejas al invasor salir triunfante?
MM: ¡Qué
necio!
DR: Tú
que eres noble,
sabio, todopoderoso,
apuesto, buen mozo,
delicado, sensible,
fino y elegante.
MM: Qué
muchacho tan inteligente,
¡es suficiente!
CORO: Daniel, Daniel
DR: ¿Qué
pasa?
MM: Daniel, escucha
DR: ¿Quién
eres?
MM: Soy Aquel por quien tú eres.
Yo te saqué de Egipto,
te conduje por la vida,
luego, a través del Mar Rojo,
te guié hasta la Tierra Prometida,
cruzando el Sinaí,
a Tierra Santa te traje,
por el mundo te esparcí...
DR: ¡Eres
de la agencia de viajes!
CORO:
¡No!
MM: Soy
el Supremo Hacedor,
tu Amo, Jehová,
tu Señor.
CORO: ¡Amén!
DR: ¡Mi
Dios, mi Dios!
¿Mi Dios?
¡Rick!
CORO:
¡No, no!
DR: ¿Tú
eres mi Dios, de veras,
el omnisapiente?
MM: Te
lo probaré fehacientemente,
pregunta lo que quieras.
DR: ¿Cuál
es la raíz
cuadrada de dos?
MM: 1,414213562
DR: ¿La capital de Bulgaria?
MM: Sofía
DR: El
nombre de mi tía
MM: Eulalia
DR: Campeón
mundial del '34
MM: Suecia...
¡no, Francia!, con ese gol a gran distancia
DR: ¿Quién hizo el gol de la victoria?
MM: ¡Ja,
ja, ja!
Yo soy quien concede la gloria,
y en ese gol tan recordado,
un tiro que se iba desviado,
yo puse mi dedo, yo estaba allí,
porque yo estoy en todos lados.
DR: Estás
en todos lados...
¿Y por qué en esta batalla
no estuviste con mis soldados?
MM: Bueno...
¡no puedo estar en todos lados!
DR: Si
verdaderamente eres mi Señor,
¿por qué me haces sufrir de esta manera?
MM: Por
el gran pecado que cometiste.
DR: ¿Conoces
mi pecado?
MM: Por
supuesto, estoy en todos lados, estaba allí ese día
DR: ¿Me
viste con el marinero musculoso?
MM: Ah,
no, yo decía un día que blasfemaste.
¡Ja, ja, ja!...¡Con un marinero!
DR: No,
no, no. El día qué blasfemé: cómo blasfemé
ese día, ¿eh? Perdóname.
MM: Bueno,
bueno, pero ahora, cuéntame mejor... ¡lo del marinero!
DR: Fue
la primera vez... para él. ¡Para mí, para mí!
Y la última, partió y nunca más lo vi.
Señor, ahora perdóname y salva mi ciudad.
MM: La
ciudad será destruida: esa es la voluntad del Señor
DR: Esa
es mala voluntad. No comprendo por qué has de destruir esta ciudad
que te es leal. Dime, Señor, ¿por qué haces esto?
¿qué te pasa?
MM: La
voluntad del Señor es insondable
DR: ¿Y
qué quiere decir "insondable"?
MM: Eh...
ejem... insondable...sí, insondable es algo que es...¡aaah!
¡aaah!
DR: Pero,
explícamelo
MM: Acabo
de explicártelo
DR: Ah,
no lo entendí
MM: Lo
haré más fácil. Insondable es algo que es... ¡insondable!
¡insondable!
DR: ¡Abebabe!
¡abebabe!
MM: No,
"Abebabe" no; no, no, eso quiere decir otra cosa
DR: ¡Pero
explícamelo!
MM: Bueno,
menos pregunto yo, y perdono
DR: Mis
soldados están casi vencidos
MM: Ah,
perdón, no sabía que tenían fecha de vencimiento
DR: Derrotados
CORO: Señor, debes ayudar al pueblo judío,
debes cumplir con la ley mosaica,
o te reprobará la Sociedad...
la Sociedad Hebraica.
MM: Está
bien. Está bien, como me has servido lealmente y has confesado
tu pecado te ayudaré, te concederé tres deseos, como hice
con el del turbante, ¿cómo se llamaba, eh...?
DR: ¿Aladino?
MM: ¡Aladino!
DR: ¿Tengo
que frotar algo?
MM: No.
No, simplemente me formularás tus deseos, yo te los concederé,
me ocupo de resolver tu asunto, el lunes a primera hora me pongo con
el...
DR: ¡Me
están invadiendo los filisteos, debes hacerlo ya!
Debes hacerlo ya,
está triunfando el filisteo
MM: Haré,
pues, una excepción;
dime tu primer deseo.
DR: La ciudad es lo primero
MM: Destruiré
al ejército infernal,
arrojándole mi rayo justiciero,
impíos: aquí va vuestro final.
¡Ja, ja, ja, ja!
DR: Has
destruido mi ejército
MM: ¿Cómo,
no eran los de azul?
DR: No,
los de verde!
MM: ¡Oia!,
le erré. Bueno, no importa, ahora le tiro a los otros,
¿eh?, huy, se trabó.
DR: Ahora
has destruido la última muralla, los infieles nos invaden, ¡haz
algo!
MM: Sí,
sí, ahora lo arreglo, ¿eh?
DR: No,
no, pará con la boleadora!
MM: Pero
cómo se me viene a trabar justo ahí, estas cosas son así,
en el momento que uno más lo... ahí se viene... es una
porquería...
DR: Dime,
¿Tú ves el futuro, verdad?
MM: Sí,
por supuesto, aunque también debo decirte que con la edad me
he puesto un poco corto de vista... No, no, veo, veo el futuro, pero
veo, digamos, unas dos horas.
DR: O
sea, que no podrías decirme qué será de mí
en los próximos años.
MM: ¿Años?
Como está la situación, con dos horas te sobra.
DR: Entonces,
otórgame el segundo deseo. Se trata de mi mujer, la has hecho
demasiado hermosa, y todos la cortejan, le hacen proposiciones...
MM: Bueno,
es normal que a una mujer hermosa le hagan proposiciones
DR: Ella
las acepta todas. Es demasiado fogosa y yo no la puedo complacer. Señor,
hoy moriré, pero deseo reivindicarme con ella, ayúdame,
adopta Tú mi apariencia, y haciéndole creer que eres yo,
hazle pasar un momento inolvidable.
MM: Noooo...
eso es imposible. Eso sería: abuso de autoridad, sustitución
de persona, asociación ilícita, y uso indebido de instrumento
público. No, no, no se puede, si se llegan a enterar me echan.
DR: Si
Tú no me ayudas, ¿quién me va a ayudar?
CORO:
Yo!...Yo!...Yo!
MM: Sit!
¡Pero caramba, válgame... Yo!
DR: Por
favor, Señor, ayúdame, elévala hasta el éxtasis
MM: Ah,
¿es esa chica que está ahí?
DR: Sí
MM: Ah,
qué... ¡oh!...
DR: ¡Preciosa!
Fue "Miss Galilea"
MM: No,
no, se ve que... Ay, ay, ay. Bueno, por ser tú, haré un
excepción. Ella guardará un recuerdo imborrable, la elevaré
hasta el éxtasis
DR: ¿Has
hecho ya, mi Señor,
has hecho lo que te pedí?
MM: No
lo logré,
hubo un inconveniente,
la verdad es que fracasé
DR: ¿No
has podido conquistarla
y hasta el éxtasis elevarla?
MM: No,
lo que pasó
es que no he podido elevarla
DR: ¿Pero
acaso Tú no eres
omnipotente?
MM: A
mi edad yo ya soy
omni-impotente.
Se burló con insolencia
DR: Se
burló de Ti
MM: Yo
tenía tu apariencia,
en realidad se burló de ti.
Pero
Daniel, nada de eso importa ahora,
porque vendrás conmigo al paraíso.
DR: ¿No
había plateas?
MM: Al
paraíso, al edén. Sígueme.
DR: ¿Sabes
Señor? Cuando yo era pequeño solía hablar contigo
todas las noches
MM: Ah,
¿eras tú el que no me dejaba dormir?
DR: Es
que en ese entonces yo creía que existías Tú y
el demonio.
MM: ¡Por
supuesto! ¿Acaso ya no crees?
DR: Ahora
creo que contigo es suficiente.
Ya no tengo ciudad,
pero iré al paraíso,
y ya no tengo pareja,
pero tengo aún tu compromiso
MM: ¿Qué
compromiso era?
DR: Me
debes el tercer deseo
MM: Es
verdad
DR: Oh,
Todopoderoso
MM: Pide
lo que quieras. Pide lo que quieras
DR: Quiero
el marinero musculoso.